Bastenier a EL PAIS:
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/03/15/actualidad/1363368043_094632.html
América Latina.... Pero ¿cuál? Porque hay más de una y no da igual decir Tegucigalpa que Buenos Aires. Hay una América meridional de mayoría euro-descendiente; una América andina que a medida que avanza hacia el norte, de Chile al istmo, se va indianizando; una América caribeña, continental e insular, que se enriquece con la negritud; una Mesoamérica que abarca dos océanos, donde cobrizo, negro y blanco se juntan sin confundirse; y la América supremamente mestizada, de Chiapas a Río Bravo.
Existe algo, sin embargo, que las une y permite hablar de América Latina: España. En todos esos países se habla español como lengua principal y en la mayor parte de los casos, propia, aunque con las variantes que la antropología impone. Hasta hace solo unas décadas la religión, la Iglesia, era un vínculo tan sólido como la lengua. Pero cada día lo es menos por la ofensiva protestante que financia el dólar norteamericano. Según fuentes vaticanas, millares de feligreses abandonan incesantemente la Iglesia; el New York Times lo cifraba hace unos años, quizá confundiendo sus deseos con realidades, en 8.000 tránsfugas diarios. Pero lo cierto es que en los últimos 25 años América Latina ha perdido entre un quinto y un cuarto de su parroquia católica.
SECCION NOMBRES de la America latina.
http://www.elpais.com/especial/los-nombres-de-america/
EL PAÍS aborda en una serie de artículos el origen de los nombres de las naciones latinoamericanas, con motivo del Bicentenario (1810-2010) de su independencia. Historiadores del continente explican el proceso, complejo en varios casos, hasta llegar a las denominaciones actuales. Detrás de ellas se esconden historias curiosas y numerosas connotaciones políticas surgidas en el nacimiento de estos Estados.
Coordinadores: José Carlos Chiaramonte, Carlos Marichal y Aimer Granados.
Uruguayos y orientales: itinerario de una síntesis compleja
Los orígenes de la denominación de la República Oriental del Uruguay no son menos históricamente complejos que aquellos de muchos otros países latinoamericanos, como lo revela el ensayo de Ana Frega, de la Universidad de la República (Montevideo)
En la Asamblea Constituyente en 1829 se alzaron severas voces de rechazo a integrar la "Nación Montevideana". Finalmente se aceptó el nombre de "Estado Oriental del Uruguay", el que se mantuvo hasta la reforma constitucional de 1918, que impuso el actual de "República Oriental del Uruguay"